En la isla de Mallorca, tienen esta oscura tradición que se remonta a la época medieval: en la víspera de Navidad, un niño o una mujer se disfrazan como la sibila (‘sa sibil.la’), una profetisa que advierte a la humanidad sobre el fin de los tiempos, y canta una canción sobre el apocalipsis. Esta canción, ahora parte del Patrimonio Mundial, fue prohibida en el siglo XV y solo se ha mantenido viva en Mallorca y en muy pocas otras regiones del Mediterráneo.
La cantautora y productora con sede en Londres, Sibila, creció escuchando la Canción de la Sibila cada año. Se sentía fascinada por la figura de la Sibila, y aún más por la hermosa melodía gregoriana que canta. Así que decidió encarnarla. Y en estos tiempos, cuando parece que el mundo podría estar llegando a su fin en cualquier momento, se siente más conectada que nunca con esta tradición.
La música de Sibila, un híbrido entre dream pop y doom metal, habla sobre los peligros de sentir demasiado profundamente y la belleza de poner fin a las cosas. Las armonías vocales oníricas a menudo van acompañadas de melodías instrumentales repetitivas y tambores más lentos, brindándote una sensación de asfixia pero también un deseo de una gran escapada. Ella canta en su lengua materna, el catalán, que también es el idioma de la Canción de la Sibila.
Su próxima canción, «Desfer-me» (‘Desintegrarme’), es una canción sobre la nostalgia: un tiempo en el que el mundo se sentía expansivo, misterioso y crudo, justo antes de que fuera dominada por una sensación insoportable de temor. En el puente, un amalgama de armonías vocales pesadillescas sobre un arpa, Sibila habla sobre estar encerrada en su habitación, mirando fijamente la pantalla de una computadora, tarde en la noche durante el verano. El estribillo se repite una y otra vez, como una oración: ‘Debajo de la tierra a la que descendimos, quiero ir allí para siempre y desintegrarme’
In the island of Majorca, they have this obscure tradition that dates back to medieval times: on Christmas eve, a child or a woman dresses up as the sibyl (‘sa sibil.la’), a prophetess that warns humanity about the end of times, and sings a song about the apocalypse. This song, now part of the World Heritage, was banned in the XV century and only kept alive in Majorca and very few other Mediterranean regions.
London-based singer/songwriter/producer Sibila grew up listening to the Song of the Sibyl every year. She was fascinated by the figure of the Sibyl, and more so by the beautiful Gregorian melody she sings. So she decided to embody her. And in this day and age, when it feels like the world could be ending anytime, she feels more connected to this tradition than ever.
Sibila’s music, a hybrid between dream pop and doom metal, talks about the dangers of feeling too deeply, and the beauty of ending things. Dreamy vocal harmonies are often accompanied by repetitive instrumental melodies and slowed down drums, giving you a feeling of suffocation but also a desire for a great escape. She sings in her native language, Catalan, which is also the language of the Song of the Sibyl.
Her next single, Desfer-me (‘Disintegrate’), is a song about nostalgia: a time when the world felt expansive, mysterious and raw, just before she was taken over by an unbearable feeling of dread – in the bridge, a nightmarish amalgam of vocal harmonies over a harp, Sibila speaks about being locked in her room, staring at a computer screen, late at night in the summer. The chorus repeats over and over, like a prayer: ‘Underneath the earth where we descended, I want to go there forever and disintegrate’.